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Laicos Cistercienses

¿Qué es una comunidad Laica Cisterciense?

En torno a los monasterios siempre han existido laicos que, en una relación más o menos estrecha con la comunidad monástica, han encontrado inspiración y ayuda espiritual para vivir su vida cristiana con mayor plenitud. Pero desde el último cuarto de siglo, algo nuevo se ha ido desarrollando.

Son grupos, verdaderas comunidades de laicos formadas por hombres y mujeres que se han sentidos llamados a vivir su fe en medio del mundo, siguiendo el camino de la Regla de San Benito y los valores propios del carisma cisterciense. Cada una de estas comunidades, repartidas por todo el mundo,( hay alrededor de 70) está asociada a un monasterio concreto y deben ser claramente diferenciadas de los numerosos laicos que frecuentan nuestras hospederías y comunidades, pero a título individual, así como de la extensa familia de estudiosos especialistas en todo lo que toca a la tradición cisterciense, y también de los “Amigos” de tal o cual antigua abadía cisterciense.

Estas comunidades de laicos cistercienses han creado relaciones entre ellas y en el año 2000 comenzaron a tener encuentros internacionales periódicos. En el Encuentro Internacional de Huerta 2008, redactaron un documento describiendo la identidad laica cisterciense.

Hay gran diversidad en las prácticas de la vida laica cisterciense, pero si bien las formas pueden ser diversas, se utilizan los mismos medios para un único fin: la búsqueda de Dios. Los valores cistercienses son un camino de liberación y un medio de conversión interior, y pueden ser incorporados a la vida de los laicos.

La vida de un laico cisterciense se sustenta en:

La práctica de la lectio divina

La recepción frecuente de los sacramentos

La conversatio morum (la conversión)

El trabajo como medio de santificación

La oración individual, común y litúrgica

La sencillez de vida

El silencio interior y la contemplación

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